Las fiestas de San Francisco de
Paula de Santa Eulalia de Cabranes siempre han presumido de ser una de las más
antiguas de los alrededores. Pero este año esta longeva racha estuvo a punto de
acabarse este año.
La comisión de fiestas l’orbayu San Francisco se creó hace unos
treinta años por la necesidad que el ayuntamiento requería de independizar la
fiesta de sus funciones, para centrarse plenamente en la gestión del Festival.
Desde entonces generaciones de cabraneses y allegados se metieron a trabajar
por las fiestas y en consecuencia por el pueblo. Todo el mundo quiere
contribuir, todo el mundo quiere ayudar, pero nadie quiere ser visto. Como toda
organización se necesita un presidente visible, una cabeza de turco que aunque
no desempeñe las funciones al cien por cien, se haga ver y sea la persona a la
que recurrir cuando se quiere hablar con la comisión.
Y es que como suele pasar en los
pueblos pequeños, este tipo de organizaciones solo sirve para crear chismorreos
ridículos o envidias y favoritismos. Claro que en ocasiones hubo de todo esto.
Pero lo que logramos pensando que las comisiones solo nos lleva a poner dinero
de nuestro propio bolsillo, a disgustos o a malos ratos, es que algo tan bonito
como las fiestas de un pueblo, algo que hermana, queden desamparadas.
Hay que ser valientes. Hay que
dejar atrás estos viejos rencores que solo logran separar las pocas personas
que viven en nuestro pueblo. Las nuevas generaciones, y ayudados por los
antiguos miembros de la comisión, deben luchar por la fiesta y por el pueblo.
Hay que evitar a toda costa que esta celebración de San Francisco caiga en saca
roto. Lo único que eso querrá decir es que se ha fallado como comunidad y como
pueblo.
A pesar de las reuniones con las
asociaciones del concejo (Amigos de CabraNes, Ensinluz…) ninguna quiso hacerse
cargo de la fiesta. Relucieron escusas como la falta de dinero, el trabajo o el
tiempo que había que dedicarle, para finalmente dejarla sin organización. El
ayuntamiento, ante esta tesitura, se planteó contratar a un grupo de gestión
integral de festejos, como el año pasado, pero al contemplar el resultado
nefasto que fue, se descartó.
Finalmente y al darse todo lo
contrario que con las asociaciones reunidas por el ayuntamiento, nuestros
vecinos de Fresnedo (Fresnéu) con su comisión se adjudicaron la organización de
la fiesta con una gran gentileza. A pesar de ser ellos mismos quien organizan
en agosto la fiesta más grande del concejo de Cabranes. Su gran esfuerzo y
trabajo tendría que influenciarnos para que de una vez abramos los ojos y
veamos que aunando fuerzas podremos hacer una gran fiesta. Además todos salimos
ganando: los beneficios que se hayan sacado en la barra de la fiesta irán
destinados a la Comisión de Fresnéu, es decir, a la fiesta que organizarán en
verano y que todos los vecinos del concejo suelen disfrutar.
Tenemos un año para pensar en si
se quiere o no tener una fiesta medio decente en el pueblo. Tenemos un año para
luchar porque esto no se pierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario