jueves, 16 de junio de 2016

Las Fiestas, este año, de milagro

Las fiestas de San Francisco de Paula de Santa Eulalia de Cabranes siempre han presumido de ser una de las más antiguas de los alrededores. Pero este año esta longeva racha estuvo a punto de acabarse este año.
La comisión de fiestas l’orbayu San Francisco se creó hace unos treinta años por la necesidad que el ayuntamiento requería de independizar la fiesta de sus funciones, para centrarse plenamente en la gestión del Festival. Desde entonces generaciones de cabraneses y allegados se metieron a trabajar por las fiestas y en consecuencia por el pueblo. Todo el mundo quiere contribuir, todo el mundo quiere ayudar, pero nadie quiere ser visto. Como toda organización se necesita un presidente visible, una cabeza de turco que aunque no desempeñe las funciones al cien por cien, se haga ver y sea la persona a la que recurrir cuando se quiere hablar con la comisión.
Y es que como suele pasar en los pueblos pequeños, este tipo de organizaciones solo sirve para crear chismorreos ridículos o envidias y favoritismos. Claro que en ocasiones hubo de todo esto. Pero lo que logramos pensando que las comisiones solo nos lleva a poner dinero de nuestro propio bolsillo, a disgustos o a malos ratos, es que algo tan bonito como las fiestas de un pueblo, algo que hermana, queden desamparadas.
Hay que ser valientes. Hay que dejar atrás estos viejos rencores que solo logran separar las pocas personas que viven en nuestro pueblo. Las nuevas generaciones, y ayudados por los antiguos miembros de la comisión, deben luchar por la fiesta y por el pueblo. Hay que evitar a toda costa que esta celebración de San Francisco caiga en saca roto. Lo único que eso querrá decir es que se ha fallado como comunidad y como pueblo.
A pesar de las reuniones con las asociaciones del concejo (Amigos de CabraNes, Ensinluz…) ninguna quiso hacerse cargo de la fiesta. Relucieron escusas como la falta de dinero, el trabajo o el tiempo que había que dedicarle, para finalmente dejarla sin organización. El ayuntamiento, ante esta tesitura, se planteó contratar a un grupo de gestión integral de festejos, como el año pasado, pero al contemplar el resultado nefasto que fue, se descartó.
Finalmente y al darse todo lo contrario que con las asociaciones reunidas por el ayuntamiento, nuestros vecinos de Fresnedo (Fresnéu) con su comisión se adjudicaron la organización de la fiesta con una gran gentileza. A pesar de ser ellos mismos quien organizan en agosto la fiesta más grande del concejo de Cabranes. Su gran esfuerzo y trabajo tendría que influenciarnos para que de una vez abramos los ojos y veamos que aunando fuerzas podremos hacer una gran fiesta. Además todos salimos ganando: los beneficios que se hayan sacado en la barra de la fiesta irán destinados a la Comisión de Fresnéu, es decir, a la fiesta que organizarán en verano y que todos los vecinos del concejo suelen disfrutar.

Tenemos un año para pensar en si se quiere o no tener una fiesta medio decente en el pueblo. Tenemos un año para luchar porque esto no se pierda.

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